jueves, 6 de diciembre de 2007

Porque la droga que me hacía escribir no me estimula más...

Drogas

Querida… te tengo a mi lado y pienso acerca de nosotros. Acerca de lo que haces. Acerca de ti. La verdad, aún no puedo comprender porqué te amo tanto. Las personas que me rodean, insisten en que debería dejarte ir, que debería romper contigo… pero yo no quiero afrontar esa realidad. Así es que lo que te diré te lo pido desde lo más profundo de mí. Te suplico que puedas demostrarme tu amor y decirme qué es lo que sientes. No puedo soportar verte de esta manera.

Yo pensaba que tú, entre todas las personas, sentías algo por mí. Pensé que podríamos, algún día, los dos siendo ancianos, ver la puesta de sol en algún lugar, hablándonos acerca de cosas ocurridas años atrás y riendo con nuestras voces fatigadas por el tiempo. Y mientras nuestros ojos apagados miraban cómo se extinguía la luz del sol, con una sonrisa en nuestro rostro lleno de arrugas, tomaríamos nuestra mano una vez más y seríamos felices por lo que hubiésemos pasado. Creo que estaba en un error. Tú no puedes sentir amor. Tu corazón está helado. Está maldito. Pero eso… eso no me importa, querida. Cuando despiertes del mundo de los muertos, sabrás que sigo ahí a tu lado, esperando una sonrisa tuya que se llevará todo el sufrimiento y me hará consumar mi felicidad.

Ahora, querida, ahora me levanto frente a ti y te observo en silencio. Puedo darme cuenta que estás sola en la oscuridad, que nada te importa en este preciso instante de éxtasis enervante. Para ti no existo ahora, lo que logra que mis instintos salgan a flor de piel y todo lo que siento por tu persona se convierta en decepción. No me queda nada y aún así, quiero estar contigo un días más. Un año más. Una vida más. Sin embargo, no creo ser capaz de de verte nuevamente inyectando tus venas con la causa de todos tus males. Has pisado fondo, pero yo estaré contigo en las buenas y en las malas. Contigo. Eternamente. Cierro mis ojos… te abrazo. No puedo alejar tu idea de mi mente. Estamos juntos en la oscuridad con nuestros cuerpos unidos otra vez. Estoy a tu lado.

Tu vida se extingue frente a mis ojos con esa sustancia que se extiende en tu interior mientras te ofusca el cuerpo y la mente. Sé bien que algún día te irás de este mundo. No tengas miedo. Yo te seguiré. Quiero estar a tu lado. Puedes contar con eso. No te defraudaré.


Nerv

3 comentarios:

  1. Antes que nada quisiera agradecerte por siempre decirme la verdad ante todo, agradecerte porque siempre he tenido la impresión que estás ahí para mi.

    Ahora los dos tenemos algo en común, quizá sea eso lo que me aferra al hecho de mantenerte a mi lado, como un amigo, uno de verdad, de esas pocas personas que siempre te dirán las cosas como son, así le duela a ellos y a uno, y por eso quisiera hoy darte mi mano, como un apoyo, que quizá físicamente jamás puedas tomar, pero en algún otro estado, te será posible.

    Los dos nos sentimos solos, vacíos y estamos buscando casi que con desesperación llenarlo o buscamos en las personas que no eran eso que nos iba a salvar, al final de cuenta, quedamos si no igual, peor.

    Bueeh otra vez perdí el sentido de esta carta, se me olvido ya que se me dio por sincerarme con vos, pero bueno como ya te dije, te considero un amigo de verdad, espero que eso no cambie y también espero que la soledad no logre consumir la poca cordura que nos queda.


    Te quiero Nerv, lo sabes, me da &%$%/ saber que estas triste, mas no por eso, dejes de decirme cuando lo estás.

    Te chero. Besos.

    ResponderEliminar
  2. ...un existencialista mas, producto de la alienacion exhaustiva y egooista de si mismo....jajja no te lo tomes tan en serio..

    ResponderEliminar
  3. =3 ea servant...este escrito me hizo iorar...supongo que pk decribiste a la perfeccion como me siento... ^^ es extraño...pero amo como escribes *-*...gracias por presentarme a tu blog....

    te keru mx mx mx


    Ja ne!

    ResponderEliminar

Opiniones del tema